Evolución del césped artificial deportivo

Las superficies de césped artificial han sido utilizadas durante décadas para todo tipo de prácticas deportivas.

Hasta el momento, podríamos decir que el césped artificial ha experimentado 3 generaciones. A continuación os detallamos cómo ha sido su evolución:

Primera generación del césped artificial deportivo

El primer campo de césped artificial fue instalado en 1966 en el Astrodome de Houston y muy pronto se empezó a instalar en estadios de fútbol americano y béisbol de toda Norte América. En los años siguientes su uso se fue generalizando con superficies de juego artificiales creciendo exponencialmente su aceptación a pesar de las limitaciones de la primera generación de materiales sintético. Seis años después, en 1972 la Super Bowl de la NFL se jugó por primera vez encima de un césped artificial en el estadio de Tulane de Nueva Orleans. Su uso también se materializó durante el Super Bowl en 1974, 1975 y 1978.

Segunda generación del césped artificial deportivo

A principio de los 80’s se produjo una evolución significativa en la industria del césped artificial con el aumento de la altura de fibras tejidas llegando a alcanzar 30mm y la inserción de arena de sílice como material de relleno. Esta opción mejoraba el deslizamiento del calzado, así como el aplastamiento de las fibras. Estas mejoras provocaron que por primera vez se utilizara en los Juegos Olímpicos de Montreal para la modalidad de Hockey, así como varios clubes de fútbol europeo consideraron interesante la aplicación de este tipo de superficies, retirando su respectivo césped para aplicar la nueva superficie artificial. 

El resultado de esta segunda generación del césped artificial en el mundo del fútbol trajo consigo reacciones claramente negativas por parte de jugadores y aficionados. Un bote de balón impredecible (normalmente muy alto y rápido), la incapacidad de una adhesión correcta de las botas, y sobre todo, las quemaduras producidas al deslizar el jugador sobre la superficie, causaron que se prohibiese su práctica a altos niveles de competición.  El principal problema es que estas primeras superficies artificiales no se elaboraron pensando en la práctica de un deporte tan particular como es el fútbol y cambiaron considerablemente la forma de juego que en el se practicaba.

Tercera generación del césped artificial deportivo

La revolución real surge a principios de los 90’s cuando los fabricantes de césped artificial comienzan a desarrollar superficies diseñadas específicamente para la práctica del fútbol. La tercera generación de césped artificial surge y con ella una nueva superficie de juego que se adapta a las características de este deporte y de los jugadores que lo practican. Las mejoras técnicas más significativas de la nueva generación es la introducción de gránulos de caucho entre las fibras de césped, y la mayor altura y separación de las briznas de césped sintético.

Mejoras técnicas en la tercera generación

  • La aparición de los gránulos de caucho soluciona definitivamente dos de los importantes inconvenientes que ocasionaban las superficies de césped artificial anteriores: el bote del balón mejora enormemente asemejándose al bote de un campo de césped natural y se evita las dolorosas quemaduras que sufrían los jugadores al deslizarse sobre una superficie rellena con arena de sílice. Además del ahorro de energía de los jugadores al no tener que desplazarse sobre un relleno de arena.
  • La mayor altura y separación del césped sintético permite que la bota de fútbol se adapte y rote en la superficie con mayor facilidad, mejorando la fuerza de torsión y tracción, y minimizando el riesgo de que se produzcan lesiones vinculadas al movimiento.

Reconocimiento FIFA

La FIFA reconoce en su página web las ventajas del césped artificial para campos de fútbol: ‘El césped artificial fabricado hoy en día es infinitamente superior al de hace veinte o treinta años. El bote y desplazamiento del balón en él es similar al que se produce en los mejores campos de hierba natural. Los elementos empleados actualmente evitan las heridas por roces y disminuyen el riesgo de graves lesiones. En pocas palabras, expertos en la materia, futbolistas y ex jugadores afirman que las buenas superficies de césped artificial son mejores que la media de campos de hierba natural.

FIFA y UEFA. Quality Concept

Los grandes organismos reguladores del fútbol FIFA y UEFA ante la gran evolución de esta última generación empiezan a tomar mayor protagonismo poco después de la aparición del césped de tercera generación y en el año 2001 se publica el primer FIFA Quality Concept, documento en el que se recogen todas las propiedades que deben evaluarse en un campo de césped artificial y los rangos en que se deben encontrar para lograr garantizar la seguridad de los jugadores y un juego óptimo.

Un año más tarde la UEFA publica otro manual con diferentes criterios de evaluación con respecto a FIFA con lo que cada organismo cuenta con una valoración diferente hasta que en el 2005 unifican criterios exigiendo las mismas propiedades a las superficies de juego. A partir de ese momento, la FIFA se encarga de las homologaciones y la generación de equipos de ensayos, mientras que la UEFA se responsabiliza de los paneles médicos y de los estudios biomecánicos.

La última y más actualizada versión del FIFA Quality Concept se publica en enero de 2008 convirtiéndose en la principal guía de regulación de campos de fútbol de césped artificial y donde se recoge el comportamiento óptimo que debe tener una instalación deportiva de esta índole, tanto desde el punto de vista de la interacción jugador-superficie (seguridad de los deportistas) como desde el punto de vista de la interacción balón-superficie (con el comportamiento en el juego).

Normativa europea sobre superficies deportivas de césped artificial

En la última década debido a la mayor popularidad de este tipo de pavimentos para uso deportivo surge una normativa de carácter europeo UNE-EN 15330-1“SUPERFICIES PARA DEPORTES. ESPECIFICACIONES PARA HIERBA ARTIFICIAL” que  tiene por objeto la normalización de las superficies deportivas, junto con sus capas constituyentes, para instalaciones deportivas de interior y de exterior, considerando los aspectos de seguridad en cuanto a evitar lesiones. Por ejemplo: suficiente absorción a impactos para proteger a los deportistas en saltos o caídas, control del deslizamiento apropiado para cada tipo de deporte, funcionalidad y bote del balón y los aspectos de durabilidad en cuanto a resistencia a golpes, impactos, a la acción de la luz solar, etc. Esta normativa comprende las superficies deportivas diseñadas para hockey, fútbol, rugby, tenis, y multiusos.

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